Las Plagas Domésticas



LAS PLAGAS DOMÉSTICAS

Por Nelso A. Torresi

El concepto de plaga doméstica

Según el enfoque ecológico, que es el que realmente interesa, si es que queremos conservar la biodiversidad de los ecosistemas y así mejorar la calidad de la vida humana, consideraremos como "plaga doméstica", "a todo organismo que, reproducido en forma artificial por la mano del hombre, aumente su número poblacional en forma tal que origine desequilibrios o alteraciones en el ecosistema natural y humano".
Si tomamos la definición de "plaga" desde el punto de vista utilitario, vemos que también se corresponde. En efecto: según este punto de vista se considera plaga a " toda especie, animal o vegetal, cuya abundancia y acción perjudicial para cultivos, flora y fauna autóctonos, productos almacenados, la salud humana, útiles y construcciones humanas, produce mermas considerables o pérdidas económicas, o va en detrimento de los productos, del trabajo y de la salud del hombre" (Ringuelet, 1958).

Las plagas domésticas y los perjuicios que producen en el ecosistema natural y humano

Como todo organismo, sea éste silvestre o doméstico, que se transforma en plaga, se caracteriza por el aumento desmedido de su población. Este aumento de la población de una especie, va en desmedro de las demás, ya que tendrá que competir directa o indirectamente por el alimento, por el territorio, etc., es decir, por todas las relaciones intra e interespecíficas que se producen entre los individuos de las poblaciones.

En el caso de las "plagas domésticas", que son las que "fabrican" el hombre, el daño que producen a los ecosistemas es de mucha mayor importancia, ya que por ser criadas por el hombre, se realiza sin ningún control natural, sin ningún criterio ecológico, ya que la naturaleza crea plagas cuando realmente necesita crearlas, cuando algún desequilibrio (generalmente producto del  hombre) se ha producido en el ecosistema, y no cuando al hombre se le ocurra.   
La creación de ecosistemas artificiales por el hombre, destruyendo así a los ecosistemas naturales, para dedicarlos a la agricultura o a la ganadería, e instaurando de esta manera plagas domésticas o artificiales, como por ejemplo extensas áreas cultivadas con una especie determinada (soja, alfalfa, maíz, etc.), o por ganados (bovinos, equinos, ovinos, etc.), crean condiciones para que determinados organismos vean favorecidas sus posibilidades reproductivas ante la presencia de alimentos abundantes, hospedadores apropiados, abrigo, etc., y se transformen, ahora sí, en plagas naturales.        

Extraído del libro: "Los Animales Domésticos y el Equilibrio Ecológico" de Nelso A. Torresi. Editorial Dunken. Capítulo VII: Las Plagas domésticas. Págs. 34-35. Buenos Aires 2014.

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