El árbol: un servicio público gratuito

EL ÁRBOL: UN SERVICIO PÚBLICO GRATUITO
   
Por Nelso A. Torresi

Todos conocemos el servicio público de la electricidad, el gas, el agua corriente, etc., no solamente porque lo usamos y no podemos prescindir de ellos, sino también porque todos los meses religiosamente recibimos la boleta de pago, y muchas veces tenemos que dejar otros menesteres imprescindibles para poder pagarlas. Pero muy pocos nos damos cuenta de otro gran servicio público que, tal vez por ser gratuito, no le damos la importancia que se merece. Este servicio público gratuito es el que presta el ÁRBOL. ¿Y por qué un servicio público? Porque el ÁRBOL nos regala a todos y a cada uno de nosotros con el servicio de abrigo a través de su sombra, considerada una de las necesidades básicas del ser humano en los cálidos y soleados días de verano. No solamente pone al abrigo de los fuertes rayos del sol al hombre, sino también a sus bienes, llámese viviendas, vehículos, animales domésticos, etc.  ¿A quién no le gusta estacionar su automóvil bajo la densa sombra de un ÁRBOL, o caminar por las calles bajo el manto protector de su follaje?
La sombra del ÁRBOL se hace hoy en día más necesaria aún ya que el cambio climático en el planeta producido como consecuencia de diversos factores como el aumento del dióxido de carbono en la atmósfera, el adelgazamiento de la capa de ozono, etc., hacen que aumente la temperatura global del planeta, y sobre todo que los nocivos rayos ultravioletas lleguen en mayor cantidad a la superficie, con el consiguiente aumento de diversas enfermedades como el cáncer de piel y las cataratas. El ÁRBOL, a través de sus hojas absorbe e impide la llegada de esos dañinos rayos.
Pero el ÁRBOL no solamente presta el servicio público de abrigo, sino que también, a través de sus hojas, absorbe las sustancias contaminantes del aire, sustancias muchas de ellas cancerígenas, alergógenas, etc. El rocío y la carga electrostática sobre sus hojas hacen que fijen el polvo atmosférico que se producen en las ciudades como consecuencia del tráfico vehicular.
También el ÁRBOL presta el servicio público de la descontaminación auditiva ya que su follaje absorbe gran parte de los ruidos molestos producidos en las calles por los vehículos sin silenciadores que nos perturban durante todo el año
El ÁRBOL absorbe el calor, moderando la temperatura y humectando el ambiente, ya que sus hojas liberan vapor de agua por transpiración.
El ÁRBOL, además de su belleza estética que adorna la monotonía urbana, tiene un efecto sedante en las personas debido al color verde de su follaje.
Demás está decir que el ÁRBOL, como todo vegetal, absorbe el dióxido de carbono que como dijimos anteriormente está en aumento y es el responsable del calentamiento global de la tierra, y produce el oxígeno del cual todos los seres vivos necesitan para respirar.
Pero para que el ÁRBOL pueda cumplir con todas estas cualidades, su follaje debe ser de buen tamaño, cosa que se logra con ejemplares sanos, sin daños producidos por podas, enfermedades, roturas, etc. De esta manera prestará eficientemente el servicio público para el cual ha sido plantado.

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